- Júrame que no te irás nunca…- Le dijo ella, con lágrimas en los ojos y miedo en la mirada. Él le acarició el rostro, con una sonrisa tenue que buscaba comprensión.
- A mí no me gusta jurar, ya lo sabes…
- Pues entonces, - le contestó ella, con la congoja comprimiéndole la garganta y haciendo prisionera a su voz – haz que me calle y no piense…
Entonces él la besó, con suavidad, sin prisa. Se abrazaron y cerraron los ojos al destino.
Y, así, se burlaron del tiempo, siendo eternos por un instante.
Isa
Qué bonito:)
ResponderEliminarY a la vez, qué triste *.*
Besos!
"Y, así, se burlaron del tiempo"
ResponderEliminarQue frase tan buena..
Es muy bonito, apenas son unas pocas lineas pero transmite mucho.
Me gusta ^^